EL MEJOR DÍA DE NAVIDAD... por Beatriz Rubio 1º de ESO
Era
una noche oscura muy oscura de invierno, llena de sorpresas y sobre todo
muchísima felicidad. ¿Por qué?, os lo
explicaré:
Este
día por la mañana salí corriendo por las escaleras hacia la cocina, para el
desayuno especial que mi madre y mi abuela siempre preparan tan rico y hecho
con mucho cariño y amor el día de navidad.
Cuando
lo terminaron, mi familia y yo antes de comerlo ya que es mucha comida pensamos
en los más necesitados y decidimos después de desayunar apuntarnos a una ONG
para que en navidad, al menos le lleguen a los niños pobres una pequeña alegría
en forma de alimento.
Mis
primos, mi hermano y yo pensamos en una idea estupenda:
Queríamos
que los niños que nunca han tenido un juguete, se lo llevaran lo Reyes Magos y
para ello le escribimos entre todos los niños de la familia a sus majestades
una carta que decía así:
QUERIDOS REYES MAGOS:
Esta carta os la escribimos
toda la familia porque es un
asunto especial.
Este año queremos que todos lo
juguetes que nos ibais
a entregar a nosotros se los deis a los niños que no
tienen nada, a todos los que no
tengan ni un juguete
para que por lo menos ese día
sus caritas estén llenas de
felicidad e ilusión.
Además os pedimos que ya que
sois magos si podrían
tener un sitio donde vivir, una
escuela donde estudiar
y al menos que tengan algo para
alimentarse para que
esta navidad sea la más mágica de
todas.
UN ABRAZO MUY FUERTE DE VUESTROS MEJORES AMIGOS EN LA NAVIDAD.
Al
terminar la carta fuimos directamente a correos para enviarla rápidamente.
Cuando
estaba echando la carta, sonreía porque sabía que los reyes podían hacerlo y
muy bien, además con mucha felicidad.
Al
llegar la tarde nos reunimos un grupo de amigas y pensando que podíamos hacer
para
que las personas de las residencias que no tuvieran familia o estuvieran solas,
poder
llevarle un poquito de alegría.
Mis
amigas y yo antes de ir a las residencias ensayamos unos villancicos; unas
cantaban, otras bailaban y las demás tocamos instrumentos.
Actuamos
y nos sentimos muy felices haciendo reír y pasárselo muy bien a los queridísimos abuelitos.
Cuando
llegó la noche, toda la familia nos reunimos para celebrar la Navidad , cenamos y
cantamos villancicos. Comentamos todo lo que hemos vivido en este día tan
especial y nos sentimos muy orgullos de haber hecho algo para los demás, aunque
solo alla sido un pequeño granito de arena.
Por
todo esto fue un día maravilloso y muy especial. Lo recordaré todos los días de
mi vida porque han sido unas navidades muy especiales y maravillosas.