Acabo de leer la noticia de la muerte de la soprano australiana nacida en Sidney en 1926. Ha muerto con 83 años, en Suiza.
La 'Stupenda', como era conocida la cantante, ha sido sin duda una de las primeras voces del siglo XX. Aunque comenzó interpretando papeles barrocos y luego mozartianos su mayor éxito le llegó con su interpretación de la ópera italiana. ¡Descanse en paz!
Aquí puedes escucharla en el papel de la espectacular Reina de la Noche, uno de los personajes de la ópera de Mozart: La Flauta Mágica.
Os resumo de Wikipedia el argumento de este fragmento:
En esta escena Tres Damas regresan y dicen a Tamino que Pamina ha sido raptada por Sarastro. Tamino decide ir a rescatarla cuando un estruendoso trueno se oye. La Reina de la Noche aparece mostrándose como una madre desesperada por una hija raptada por "un malvado", y encomienda a Tamino para su rescate prometiéndole en recompensa la mano de su hija. En este aria la soprano está acompañada por una orquesta compuesta principalmente por oboes, fagotes, trompas y donde la cuerda tiene un papel muy importante. El aria es muy difícil de interpretar, porque tiene 'coloraturas' que exigen de las cantantes un gran virtuosismo. Tiene tres partes bien diferenciadas:
Aquí tienes la traducción del alemán:
¡Oh, no tiembles, querido hijo mío!
¡Oh, no tiembles, querido hijo mío!
Eres inocente, juicioso, piadoso;
Un joven como tú debe hacer lo posible
para consolar este corazón materno profundamente atormentado.
He sido escogida para sufrir
pues mi hija se ha ido de mi lado;
con ella se fue toda mi felicidad,
un malvado se la llevó.
Aún veo su temblor
con temerosa agitación,
su estremecimento asustado,
su tímido esfuerzo.
Hube de ver como me la robaban.
«¡Oh, ayudadme, ayudadme!» fue todo lo que dijo.
Mas fue en vano su lamento,
pues mi ayuda fue demasiado débil.
Tú, tú, tú irás a liberarla,
serás el salvador de mi hija.
Y si te veo regresar triunfante,
entonces, tuya será eternamente.
para consolar este corazón materno profundamente atormentado.
He sido escogida para sufrir
pues mi hija se ha ido de mi lado;
con ella se fue toda mi felicidad,
un malvado se la llevó.
Aún veo su temblor
con temerosa agitación,
su estremecimento asustado,
su tímido esfuerzo.
Hube de ver como me la robaban.
«¡Oh, ayudadme, ayudadme!» fue todo lo que dijo.
Mas fue en vano su lamento,
pues mi ayuda fue demasiado débil.
Tú, tú, tú irás a liberarla,
serás el salvador de mi hija.
Y si te veo regresar triunfante,
entonces, tuya será eternamente.
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