Laura Carrascosa, 1º de ESO
La
sombra feroz
Todo
el mundo tiene una misma idea sobre una sombra, algo
que les puede parecer
aburrido, soso... Pero aquí en este
cuento la sombra no tiene
ese papel. Es decir que en vez de ser algo soso y
aburrido, se convierte en algo feroz y temido. Un día Balín (una pequeña
loba) se encuntraba paseando por el bosque y ella mientras
tanto pensaba que no le tenía miedo a nada, pero de repente se
paró debajo del sol, sin que nada la cubriera. De pronto vió algo negro a
su lado se quedó mirandoló un rato y a la vez ladrandole, pero ni se movia aquella
cosa negra, ni tampoco se dejaba asustar.
Balín se quedó pensativa pues a todo lo que se enfrentaba
o se interponía en su camino con solo hacerle eso salía
corriendo y nunca Balín volvía a verlo.
Entonces Balín sintió una
sensación que nunca había sentido antes era miedo. Sin pensarselo dos veces
salió corriendo lo más rapido que pudo pero aquella cosa negra le
seguía, iba a su mismo paso si ella aceleraba la cosa negra tambin,
si se paraba pasaba lo mismo. Ya no tenía miedo sino
pánico, así que decidió volver con su manada. Por fín consiguió llegar.
Le explicó todo esto a su
manada de una forma tan extravagante que consiguió darle miedo
hasta a su manada. Balín le dijo a su padre
que se diera la vuelta para verlo. El padre lo hizo y al
momento se empezó a reír. Balín asombrada le
preguntó qué que pasaba. Él contestó que la
terrible amenaza nombrada por ella sólo era su sombra. Balín le preguntó a su
padre qué era eso de una sombra. Y el padre le respondió
que era una Región de oscuridad donde la luz se
obstaculiza y ocupa un espacio detrás de algo , en este caso ese
algo eres tú. Balín lo entendió todo,
aquella sombra feroz que le había perseguido todo el camino
era ella y entonces se había tenido miedo a sí misma, miedo a
no poder derrotar a algo en vez de afrontarlo.
Fue tan importante la reflexión de Balín que se extendió por todo el mundo y se representó en objetos con su cuerpo y su feroz sombra.